viernes, 16 de diciembre de 2011
Para nunca olvidar...
martes, 1 de noviembre de 2011
Ella se consideraba a sí misma como un cometa...
viernes, 2 de septiembre de 2011
"Es difícil ser carne cuando solo eres aire"
jueves, 28 de julio de 2011
El Ritual
viernes, 15 de julio de 2011
El poder de mi mente ...
El cine del centro comercial está absolutamente repleto, la película del momento está por ser estrenada en nuestro país y yo y mi mejor amiga junto a su novio estamos en la fila para entrar, es la última de una saga de siete películas, y siento que con el fin de esta saga, mi infancia termina…
Las personas en la fila no dejan de alardear de sus conocimientos, «yo leí todos los libros y no me he perdido ninguna película», cosa que no me llama en nada la atención, yo hice lo mismo. «El año pasado encargue vía internet toda la saga en ingles, con la portada original, también una serie de accesorios reales que utilizaron en la película, te lo puedes imaginar, estaba saltando de alegría, gaste mucho dinero». Claro todo se trata del dinero, quien tiene más que el otro. Pero yo no pienso en aquello, la vida me ha cambiado desde hace unos meses, me descubrieron haciendo algo de lo que no me enorgullezco, pero era esencial, si no lo hacía todo se terminaba ahí.
El barullo del lugar me vuelve a la realidad y me encuentro con la sonrisa de mi amiga.
_ Has visto como esta de repleto todo esto, de seguro nos quedaran los peores asientos, pero no me importa mientras este con mi gordito _ abrazo a su novio y lo beso siempre riendo como una quinceañera.
_ Todo tiene una solución, los encantos femeninos siempre ayudan _ ambos ríen de mi comentario mientras nos cortan las entradas y nos indican que debemos ir a la ultima sala. El enorme paquete de palomitas que tengo en mis manos me hace ver como un personaje cliché de películas americanas, y me rio de mi imagen al pasar por unos pequeños espejos a los costados. Hanna y su novio van enfrente riendo y saltando, mi celular suena.
_ No contestes _ me pide Hanna_ ¡Porfa! Siiii? _ Me rio de su cara de conejito y saco el celular del bolsillo para cortar la llamada. Lo miro y es un número desconocido, sin registro, es él, mi rostro cambia de la felicidad extrema a pura preocupación, me quedo estática.
_ ¿Qué paso? ¿Estás bien? _ pregunta Hanna.
_ Tengo que contestar, lo siento, adelántense _ quito la mirada he intento infructuosamente sonreír, ambos se marchan y yo entro al baño de damas. _ ¿Hola?
_ Hola, querida. Tengo un nuevo trabajo para ti, esta vez quiero que parezca un suicidio. Y adivina de quien se trata.
_ No quiero saberlo _ el ríe estruendosamente.
_ Pues esta vez vamos a cazar un pez gordo, mañana vendrá muy cerca de aquí uno de los ministros, y como bien sabes los peces gordos cuando mueren dejan un gran hueco que alguien como yo puede llenar. _ miro mi reflejo, mi cara de espanto me sorprende pero también me sorprende ver a Hanna parada tras de mí. Volteo y corto la llamada sin pensarlo dos veces.
_ ¿Vamos?
_ Si
_ ¿Puedo preguntar quién era? _ Pregunta tomando mi brazo y deteniéndome _ Lo siento es que te ves muy preocupada _ intento no mirarla a los ojos _ amiga, respeto tu silencio, pero al menos dame una idea, puedo pensar muchas cosas _ busca mis ojos. _ ¿y? _ levanto la vista y le doy un abrazo apretado, pero no me ayuda. Me separo de ella y respiro hondo, tengo que contárselo a alguien.
_ No debería contarte esto amiga, te voy a poner en riesgo, pero si no lo digo, me voy a morir de la preocupación.
_ Te escucho.
_ Sé que no es el mejor lugar para contarte esto, las paredes tiene oídos _ miro en cada cubículo del baño y me aseguro que no haya nadie, y Hanna cierra la puerta con seguro. _ ¿Recuerdas todas las veces que soñábamos con ser especiales, y tener poderes? _ mueve la cabeza afirmativamente en respuesta _ Pues… puede que yo soñase demasiado o lo pidiese tan fervientemente que se cumplió _ la duda salto en los ojos de Hanna. _ Puedo hacer que las personas hagan lo que yo quiero.
_ ¿Lo que tú quieres? ¿No estás jugando conmigo? _ lo niego _ es…es fantástico, pero porque te preocupas tanto, es fantástico ¿nunca lo has utilizado conmigo? _ niego otra vez.
_ Lo malo aquí no es eso, lo malo es que hace algunos meses alguien me descubrió, alguien como yo, y me obliga… me obliga a insertar ideas en las personas, ideas malas.
_ ¿Qué clase de ideas? _ Las lagrimas contenidas rodean mis mejillas _ ¿Muerte? _ afirmo con la cabeza y bajo la mirada. _ ¿pero cómo? Es inaudito, no puede obligarte… es horrible. ¿Quién es? Hay que solucionar esto, esa persona te llamo hace un instaste verdad.
_ Sí, pero no puedo decir quién es, ya contándote esto te arriesgo mucho, imaginas que es de las dos si digo quien es. Estaríamos bajo tierra en menos de un tris. Lo siento pero no puedo.
_ Niégate a hacerlo, es tu vida y tu don. _ tomo mis manos _ ¿Cómo te descubrió?
_ En la universidad, fui a hablar con un profesor, el estaba fuera, yo no tenía como saber que él estaba escuchando todo u observándome. Yo solo quería que revisara nuevamente una prueba frente a mí para hacerle creer que las respuestas que yo ponía estaban bien, era primera vez que lo hacía, estaba nerviosa y supongo que… que él tiene muy buen oído y vista... p… _ Mi celular nuevamente comenzó a sonar.
_ Si es él no conteste.
_ No puedo.
_ Así que colgando mis llamadas, eso es muy interesando porque sabes perfectamente que si no haces lo que te pido morirás. _ no puedo hablar, mi garganta está hecha un nudo y hay un silencio incomodo, miro a Hana que me impulsa a negarme.
_ No, no podía hablar, no estaba sola, alguien llego de pronto.
_ Comprendo, entonces hiciste bien, pero hay algo que me molesta mucho precisamente ahora. Quiero que cumplas mañana, pasare por ti a eso de las 3 pm, la cita esta concertada a las 4 pm, intenta no estudiar demasiado, quiero que tu mentecita este fresca y descansada.
_ No… no lo hare _ digo al fin _ Ya termine con esto, me salgo, no quiero seguir.
_ Que interesante, ¿Qué te ha hecho cambiar? ¿El contarle a tu amiga? _ levanto la mirada justo hacia los ansiosos ojos de mi mejor amiga. Aterrorizada y sin respirar le indico que salgamos de aquel baño. _ Mmm… porque no solo haces lo que te digo.
_ ¿O qué? ¿Me vas a matar? _ me quedo de pie en el vacio pacillo junto a Hanna. _ Sabes muy bien que yo también puedo hacerlo.
_ No juegues conmigo querida. No nos veamos la suerte entre gitanos.
_ No juego, digo la verdad _ siento como la confianza vuelve nuevamente a mí, a mi voz.
_ Claramente no has entendido nada, estamos del mismo lado.
_ No lo estamos, no voy a obligarle a que cometa suicidio, me canse, ya no me utilizaras más. Se acabo, me oíste, se acabo. _ cuelgo en ese segundo. Hanna sonríe para reconfortarme y me abraza. Juntas y tomadas del brazo caminamos hacia la sala que nos corresponde, pero la preocupación que siento es tan grande que no puedo sonreír, «quizás estoy haciendo más, sabe donde vivo» mi celular avisa que me han enviado un mensaje de texto, miro en la pantalla, presiono y leo “Si tan solo pudieras esconderte” el corazón se me acelera, miro hacia atrás y al principio, por mismo lugar por donde entramos lo veo.
_ Hanna entra y no salgas hasta que la película termine, no le digas nada a Taylor, por favor no hagas preguntas.
_ Pero… ¿Qué pasa?
_ Esta aquí.
_ No… yo no te dejo sola, amiga no quiero perderte.
_ Por favor, solo entra, no quiero obligarte a olvidar, ahí estarás a salvo.
_ No _ grita desde el pacillo mientras se acerca calmadamente a mi posición. Hanna se debate entre su novio y yo. Pero decide entrar gracias a mí.
_ ¿Estas seguro que quieres que todo el mundo sepa? _ le susurro, sé que me oye.
_ Eso es lo que he querido desde un principio, que todos sepan que soy mejor que ellos.
_ ¿Quieres que te examinen, quieres ser conejillo de india? _ Frente a mi pasan ideas descabelladas, ideas sobre un futuro de desastre, como humanos no comprenderían jamás, nos tacharían de alienígenas, de anormales y nos exiliarían, jamás nos aceptarían como iguales. Pero ya tenía a mi peor miedo enfrente, no podía esconderme o pedir ayuda, es veloz, ágil, tiene todos sus sentidos mejorados. Es casi nacido para cazar.
_ Querida, no quiero matarte, me has servido de mucho, eres mi mejor arma. _ analizo, su mejor arma ha dicho, le miro a los ojos he intento hacerlo desmallarse, pero no funciona. Su cuerpo se adapta a todo. _ Pero no eres rival para mi, tus poderes no funcionan conmigo, estas en desventaja. _ busco la salida de emergencia, no la encuentro, volteo y ahí está, justo a unos 20 pasos. Ryan se acerca lento, y yo decido correr hacia la puerta de emergencia, corro y corro. Sujeto la manilla y jalo con toda mi fuerza, pero no se abre. Volteo a verle y ahí está, a 20 pasos de mi, mi corazón ya no da más y me resigno a que la muerte. Pongo la espalda contra la puerta, Ryan comienza a correr hacia mí, cierro los ojos para no ver como mi verdugo hará su trabajo, le oigo acercarse, cada vez más hasta que de pronto no le oigo mas, miro. No lo creo, esta frente a mi suspendido en el aire sin poder moverse.
_ ¿Te encuentras bien? _ pregunta un chico a unos metros.
_ Sí, eso creo _ dudo.
_ !Bájame de aquí¡ _ grita Ryan.
_ Creo que estas siendo descortés, primero queriendo golpear a una bella dama y ahora a mí, que patético. _ Una mujer sale desde una de las salas.
_ Valla, cuánto tiempo sin saber de ti Ryan.
_ ¿Emily?
_ Recuerdas lo que me obligaste a hacer, así q de eso se trata. Hey tu _ me llama _ ven aquí, este patán nos debe unas cuantas, déjalo todo en manos de Ian. _ ella extiende su mano hacia mí, la tomo y veo a lo lejos a Hanna, justo cuando Emily toco mi mano todo se volvió gris.